Lectura Nº4
La alfombra que atoró a Toyota
La alfombra que atoró a Toyota
La crisis más grande que padece el monstruo de la industria
automotriz
La
imagen y recordación de calidad que Toyota ha creado a lo largo de los años ha
sido más que evidente. Esta empresa japonesa ha sabido manejar un mensaje y
concepto de automotriz confiable y productos de calidad en todos los países
donde ha ingresado su marca. Los números de clientes en el paso de los años se
han incrementado significativamente y
las cantidades de producción son impresionantes, al igual que las ganancias y
puestos de trabajos que ha generado en todo el mundo.
Pues
luego de conocer todas estas virtudes -y que sin duda tenemos bien en claro- en
el año 2010 la empresa automotriz más importante a nivel mundial ha venido
teniendo problemas de confianza y pérdidas increíbles de dinero debido a una
falla, hasta ahora registrada mecánica en su producción. Se trata de cientos de
recalls recibidos por clientes en los Estados Unidos.
Luego que en el 2007 haya dejado
atrás a General Motors como
líder mundial en el mercado automovilístico, el grupo japonés se convirtió en
la empresa de mayor fiabilidad e innovación del sector. A pesar de todos
estos puntos positivos hacia la empresa, algo inició la crisis: llamadas
masivas que se recibieron por fallas en el acelerador de los vehículos,
que no fue detectado por un usuario, sino que fue resultado de una
investigación, luego que ocurriera un fatídico accidente
automovilístico y que comprobó un fallo en los aceleradores del vehículo.
Toyota respondió rápidamente, pero
informó que se debía a que el diseño de las alfombras que se colocaron debajo
de los asientos de los conductores ocasionó que el pedal este se atasque.
Informando de manera masiva a sus clientes que sacasen las alfombras hasta que
Toyota pueda solucionar el problema con cada uno de ello.Aunque se podía
inferir que era un caso particular, un hecho similar volvió a ocurrir y esto
despertó el interés de muchos. Esto fue mas grave aun porque devastó la
imagen que venía creando Toyota.
Algunas de las medidas que tomó Toyota, y que por cierto
fueron rápidas, se refiere a la comunicación no solo con los medios de prensa
sino con sus clientes. Prueba de ello es la carta que fue publicada en 20 diarios
norteamericanos por el área de ventas en Estados Unidos, donde se anunciaban
todos los esfuerzos realizados por la organización para bienestar de sus
clientes. Así publicaban tanto en medios, inversiones costosas en publicidad, y
en redes sociales el siguiente mensaje: "No pierdan confianza,
trabajamos mucho para arreglar las cosas"
El problema se intensificó cuando
se detectaron problemas además con los freno de los autos. A pesar
que Toyota no era responsable de la fabricación de los aceleradores y
frenos, en ellos recaía el hecho de la inspección de las piezas que
utilizaban en sus vehículos. Luego de varios intentos, Toyota realizó la mejor
campaña. Enviar vía correo electrónico o por carta presencial a todos sus
clientes que habrían adquirido los modelos que presentaban fallas, indicando
fecha y lugar donde llevarían sus vehículos para un examen y cambio de piezas
si fuera necesaria.
Así se desprende que la
responsabilidad de una empresa a con sus clientes es altísimo y que la
forma más adecuada de solucionar problemas y crisis tan grandes como esta recae
en la correcta comunicación de la organización con sus públicos
más inmediatos y vitales para su existencia.
Diana Gonzales Coronel
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