Francisco García
Se entiende por
crisis financieras a una situación que implica un ‘crack’ o quiebre del orden señalado y adoptado el mercado capitalista. Esta situación suele presentarse cuando los alguno de los
diferentes sistemas financieros actúan de tal manera que hacen que los bonos,
las acciones y las elementos financieros de las empresas o de los organismos
bancarios pierdan su valor entrando así en crisis. El elemento más crucial de una
crisis financieras no son las causas sino las consecuencias, es decir,
todo lo que se generar producto de esta,
que por lo general, son muy difíciles de
controlar y de contener.
En este
sentido, las consecuencias de una crisis financiera además de la pérdida de
valor de las acciones o elementos de una empresa, son las corridas y los
pánicos que generan mayores debilitamientos al sistema a partir de que los
diferentes actores cambiarios retiran sus capitales de las Bolsas, suben las
tasas de intereses y se pierde la confiabilidad en términos generales.
Las crisis
financieras son siempre muy duras a nivel social también ya que sus
consecuencias pueden observarse tanto a corto como a largo plazo en fenómenos
tales como el desempleo, la inflación, la suba de los intereses y de los
valores de los créditos hipotecarios, la recesión general, la miseria y la
pobreza. Algunas de las crisis más fuertes del capitalismo, como lo fue la
crisis de 1929, generan muchas complicaciones no sólo a nivel económico si no
también a nivel del reordenamiento social.