domingo, 1 de abril de 2012

ESTRATEGIA Y COMUNICACIÓN

La nueva definición de relaciones públicas: "Las relaciones públicas consisten en el proceso estratégico de comunicación que construye relaciones mutuamente beneficiosas entre las organizaciones y sus públicos", deja mucho que pensar, pues quizás antes no afloraba la idea de llamarnos estrategas. Y es que realmente sin estrategias no podremos alcanzar las metas y objetivos trazados, ni menos sin una comunicación efectiva.

Lo que más me gusta de la nueva definición y lo que quiero resaltar son dos palabras y que unidas hacen mucho más: ESTRATEGIA – COMUNICACIÓN. Ya no comunicamos por comunicar, comunicamos con fines, con investigación de por medio, con metas a futuro. No somos simples idealistas sino mentes capaces de plantear tácticas que nos acerquen cada vez más al público.

Está nueva visión hace más efectiva la relación con el público (tanto externo como interno), porque no lo vemos como una imagen más del cuadro, sino como la imagen más resaltante y a la que más atención debemos poner. Por ellos las estrategias, trabajando con los medios a su vez, van dirigidas a ellos.

Los relacionistas públicos nos ponemos en acción cuando aparecen los problemas para la empresa, es imposible quedarnos de pie frente a los hechos, somos y debemos ser capaces de someter la información y si Dios quiere persuadir a través de ella. Ahora más que nunca esta idea del relacionista público se está tomando más en cuenta en las empresas, y es que se necesita de especialistas que prevengan los problemas comunicacionales protegiendo así la imagen y reputación de la empresa misma.

De esta manera el relacionista público se ve en la posición de afrontar los diferentes hechos que pueden o no vulnerar la imagen y reputación de la empresa o sus integrantes, hechos que pueden desencadenar en crisis y traer consecuencias terribles y negativas. La comunicación y gestión de crisis es en efecto la idea más importante en la obra y es el relacionista público el personaje principal de esta.

Un relacionista público como estratega debe tener la cabeza fría de un periodista, capaz de interpretar, buscar, corroborar información, porque así bien un periodista puede ser un día nuestro mejor amigo, al siguiente y conforme los hechos lo piden puede resultar nuestro peor enemigo.

Alumna: María Jimena Vargas Muñiz
Aula: SO3
Turno: Mañana

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