Libro: La resiliencia en el mundo hoy - Edith Henderson
La resiliencia es la capacidad del ser humano para hacer
frente a las adversidades de la vida, aprender de ellas, superarlas e
inclusive, ser transformados por estas.
Nadie escapa de las adversidades.
En un entorno empresarial caracterizado por fuertes
presiones financieras, des-inversiones, inestabilidad laboral, alta
incertidumbre en los mercados, rapidísimo cambio tecnológico y necesidad
constante de innovación, es necesario que aprendamos a encajar golpes sin
pensar en ningún momento en tirar la toalla.
La célebre frase “en toda crisis hay una oportunidad” es un
hecho real constatable para las personas resilientes.
“No estamos diciendo que la resiliencia nos proteja o nos
resguarde de peligros, riesgos o situaciones estresantes. Esa no es su tarea.
Necesitamos de otras acciones para poder afrontar las adversidades de la vida.”
La resiliencia laboral incorpora conductas y factores
resielientes que son necesarios a la hora de enfrentar los temas relacionados a
nuetras carrera laboral: la disponibilidad de los recursos, la fuerza interior,
la autonomía, la iniciativa, el optimismo y la constancia y la capacidad de
resolver conflictos. Cuando utilizamos
estos factores con relación a nuestro trabajo, nos encontramos mejor preparados
para hacer frente las adversidades que, inevitablemente surgirán. No estamos en
una situación de dependencia, ni tampoco apoyándonos en el otro para que nos
resuelva los conflictos, sino que nosotros somos parte de la solución. Por lo tanto, la resiliencia laboral puede
aprovechar tres pasos: una evaluación personal; la adquisición de capacidades
competitivas y la información sobre oportunidades laborales.
Las categorías de factores que determinan el nivel de
resiliencia en una organización según Brenson Lanzan son: Desarrollo
individual, desarrollo interpersonal,
visión y pensamiento sistémico.
·
Desarrollo personal: La cultura estimula y
refuerza una autonomía responsable de cada persona.
·
Desarrollo interpersonal: la cultura estimula y
refuerza los procesos de sinergia interpersonal.
·
Visión: La cultura estimula y refuerza el
desarrollo conjunto del futuro organizacional.
·
Pensamiento Sistémico: La cultura estimula y refuerza el desarrollo
de pensamiento estratégico.
Concluyo con la siguiente frase: “mientras no haya cambio de
visión, actitud y comportamiento, no habrá aprendizaje”
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