domingo, 25 de marzo de 2012

La Resiliencia

María Del Carmen Jiménez Coello - Sótano 03
Libro: La resiliencia en el mundo hoy - Edith Henderson

La resiliencia es la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, aprender de ellas, superarlas e inclusive, ser transformados por estas.  Nadie escapa de las adversidades.
En un entorno empresarial caracterizado por fuertes presiones financieras, des-inversiones, inestabilidad laboral, alta incertidumbre en los mercados, rapidísimo cambio tecnológico y necesidad constante de innovación, es necesario que aprendamos a encajar golpes sin pensar en ningún momento en tirar la toalla.
La célebre frase “en toda crisis hay una oportunidad” es un hecho real constatable para las personas resilientes.
“No estamos diciendo que la resiliencia nos proteja o nos resguarde de peligros, riesgos o situaciones estresantes. Esa no es su tarea. Necesitamos de otras acciones para poder afrontar las adversidades de la vida.”
La resiliencia laboral incorpora conductas y factores resielientes que son necesarios a la hora de enfrentar los temas relacionados a nuetras carrera laboral: la disponibilidad de los recursos, la fuerza interior, la autonomía, la iniciativa, el optimismo y la constancia y la capacidad de resolver conflictos.  Cuando utilizamos estos factores con relación a nuestro trabajo, nos encontramos mejor preparados para hacer frente las adversidades que, inevitablemente surgirán. No estamos en una situación de dependencia, ni tampoco apoyándonos en el otro para que nos resuelva los conflictos, sino que nosotros somos parte de la solución.  Por lo tanto, la resiliencia laboral puede aprovechar tres pasos: una evaluación personal; la adquisición de capacidades competitivas y la información sobre oportunidades laborales.
Las categorías de factores que determinan el nivel de resiliencia en una organización según Brenson Lanzan son: Desarrollo individual, desarrollo interpersonal,  visión y pensamiento  sistémico.
·         Desarrollo personal: La cultura estimula y refuerza una autonomía responsable de cada persona.

·         Desarrollo interpersonal: la cultura estimula y refuerza los procesos de sinergia interpersonal.

·         Visión: La cultura estimula y refuerza el desarrollo conjunto del futuro organizacional.

·         Pensamiento Sistémico:  La cultura estimula y refuerza el desarrollo de pensamiento estratégico.
Concluyo con la siguiente frase: “mientras no haya cambio de visión, actitud y comportamiento, no habrá aprendizaje”

No hay comentarios:

Publicar un comentario