lunes, 19 de marzo de 2012

TODO ES IGUAL A LA VERDAD

Alumna: María Jimena Vargas Muñiz
Aula: SO3
Turno: Mañana
Libro: La comunicación en los tiempos de crisis


Es difícil en un primer momento escuchar “dígalo todo, cuente todo lo que sabe, confiese la verdad…”, y es que cuando la reputación o la imagen de una empresa están en juego frases tan directas como esta chocan tremendamente. En un primer momento me reí de ella, pues pensaba que era poco probable que la empresa frente a una crisis dijera todo. Sostenía que realmente sí era necesario informar, pero solo lo que ‘debe’ saber el medio de comunicación y los públicos, es decir para mí era mejor informar lo que los públicos y medios quieren saber, pero esto no implicaba el TODO sino una cierta parte de la información.
A medida que leía la teoría explicada por Jo Robertson, comenzaba a comprender  que decir la verdad era en efecto una forma de evitar la especulación y que mi manera de pensar estaba sujeta a una antigua forma de pensar. La realidad es cambiante y actualmente si la empresa no se dirige a sus públicos y a la prensa con la verdad y esconde la información genera un clima de desconfianza, que obviamente afecta a la empresa en todas sus acciones.
La verdad sale tarde o temprano y es mejor que la empresa sea la que diga la verdad antes que cualquiera. Con esto hago referencia al poder que tienen los medios de comunicación, como lo explica Hoffman, ellos no descansan cuando se trata de buscar la verdad y si es necesario buscarán hasta en la basura, y siendo más realistas, los medios por obtener información harían cualquier cosa.  
El tiempo juega en contra de la empresa que vive una crisis. Se dice que cuanto más rápido se diga la verdad a través de los medios y para nuestros públicos, será más eficaz porque la información dada se acaba en un plazo de 24 a 48 horas, en cambio cuando la empresa demora en brindar la información habrá perdido realmente un tiempo valioso.
Las nuevas tecnologías además de ser un gran aliado para la interacción con nuestros públicos, también pueden ser un arma mortal de especulación. La información que no es totalmente brindada puede ser manipulada ya sea por los medios y/o terceros generando que los públicos crean cualquier cosa y finalmente se den vencidos ante la idea de que la empresa no cuenta todo y por ende miente, y son en base a estas tecnologías de interacción que ese mensaje negativo se puede transmitir de una manera rápida y perjudicar tremendamente a la empresa.
En conclusión está claro que decir TODO lo más rápido posible es lo mejor, la información clara, completa y honesta, a pesar de que no haga ver a la empresa como la mejor, hace que el impacto de la crisis no sea tan duro. La gente no es tonta y si buscamos una relación de confianza comencemos por decirles a ellos lo que ocurrió realmente y que va a ser la empresa frente a ello.
El detalle de decir la verdad es saber “cómo decirlo”, no vamos a lanzar toda la información porque sí, el mensaje debe tener un propósito: convencer a los medios y a los públicos que así son las cosas y que lo transmitan de una manera positiva.  


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